Planes para una recuperación feminista

Este plan fue desarrollado conjuntamente por YWCA Canadá y el Instituto de Género y Economía de la Escuela de Administración Rotman de la Universidad de Toronto. Este es el primer plan de este tipo con enfoque nacional.

El plan de 8 puntos proporciona una hoja de ruta para abordar los devastadores impactos económicos de la pandemia y propone formas de mejorar la seguridad económica para las mujeres, los Dos Espíritus y las personas con diversidad de género. A medida que Canadá pasa de la respuesta de emergencia a la recuperación pos pandémica, el Plan enfatiza los siguientes pilares para un camino hacia una economía inclusiva:

  1. Interseccionalidad: entender el poder mediante la recopilación de datos desglosados ​​e interseccionales y enfatizar el análisis y los marcos de género en el desarrollo y la evaluación de políticas públicas.
  2. Abordar las causas fundamentales del racismo sistémico mediante la implementación de programas para apoyar a los pueblos indígenas y especialmente a las mujeres, niñas y personas 2SLGBTQQIA, así como implementar recomendaciones para remediar el racismo anti-negro de varios organismos.
  3. El trabajo de cuidado es una labor esencial que debe ser apoyada a través de la financiación y el seguimiento de programas de cuidado infantil y aprendizaje temprano, apoyando a los cuidadores migrantes en la toma de decisiones para la recuperación de la pandemia y ampliando la recopilación de datos sobre el tema.
  4. Invertir en buenos empleos mediante la legislación sobre protecciones laborales, estableciendo requisitos de elegibilidad más bajos para el seguro de empleo, entre otras recomendaciones.
  5. Combatir la pandemia invisibilizada de la violencia de género mediante el establecimiento de un Plan de Acción Nacional sobre Violencia de Género con énfasis en protección para las mujeres indígenas y LGBTQ, y abordando el racismo y los crímenes de odio.
  6. Fortalecer las pequeñas empresas a través de diversos esquemas de financiamiento en consulta con las comunidades indígenas y enfatizando el apoyo a los grupos subrepresentados.
  7. Fortalecer la infraestructura para la recuperación a través de viviendas asequibles e infraestructura de agua potable, así como abordar la brecha digital en las comunidades rurales.
  8. Diversificar las voces en las decisiones a través de la creación de un organismo específico, garantizando el equilibrio de género y la representación interseccional en los grupos de trabajo y la inversión en organizaciones de la sociedad civil.

 

Este plan fue desarrollado por Femme Fiscale, una red de movimientos y organizaciones feministas que trabajan en políticas económicas y presupuestarias feministas en Austria.

Se trata de un plan concreto de inversión pública, que propone tres “paquetes de inversión” centrados en los ejes de atención y educación infantil, salud y cuidado de ancianos, y solidaridad y “salvar vidas.” Este plan de recuperación económica incluye propuestas feministas de financiación, incluyendo maneras de garantizar las contribuciones de los más ricos. El Plan de Recuperación Económica Feminista para Austria está destinado a proporcionar una alternativa a las políticas oficiales del gobierno austriaco, que no han apoyado a los más afectados por COVID-19 ni han apuntado a un cambio hacia una economía basada en el cuidado. Como herramienta principal de promoción, Femme Fiscale inició una petición para llamar al gobierno y al Parlamento a adoptar el Plan de Recuperación Feminista.

 

El plan fue redactado por la Comisión Estatal de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de Hawái en colaboración con organizaciones y colectivos feministas de Hawái.

El plan hace las siguientes recomendaciones clave:

  1. El estado debe evitar a toda costa las medidas de austeridad o consolidación fiscal.
  2. Ante la reducción de los ingresos del turismo, el estado debería apoyar a los trabajadores desplazados y a los emprendadores social, y mejorar el acceso de las mujeres a empleos y capital (especialmente aquellas mujeres y minorías sexuales y de género dentro de la industria del sexo comercial).
  3. El estado debe comprometer el veinte por ciento de los fondos de respuesta al COVID-19 a la comunidad indígena para sus necesidades de recuperación expresa. Además, el esquema de gastos de recuperación del estado debe centrar los salarios de los cuidadores familiares y trabajadores informales, incluyendo fondos e infraestructura para los grupos de alto riesgo. El estado debe financiar los programas de atención médica, la inversión en vivienda, refugio y servicios públicos, proporcionar tecnología para el acceso digital en las comunidades pobres y crear programas para la liberación de mujeres encarceladas.
  4. El estado debe desarrollar un plan para diversificar la economía mediante la reducción de la dependencia económica en los programas militares federales, reequilibrar el papel del turismo dentro de la economía del estado, reorientar la construcción para satisfacer las necesidades locales e identificar nuevas oportunidades para actividades económicas más sostenibles (como la fabricación de PPE, y la promoción de empleos verdes con inclusión de género). Este reajuste económico debería enfatizar la inversión de fondos públicos en servicios sociales, mejorar los déficits en la atención de la salud materna y neonatal en Hawai y abordar la violencia de género en la respuesta inmediata y la recuperación a largo plazo.

El plan también contiene principios clave para guiar la recuperación de Hawai’i mediante la inclusión de las mujeres+* en todos los niveles del proceso, entre otras pautas para garantizar una recuperación con perspectiva de género y social.

 

Esta lista no es exhaustiva y se actualiza periódicamente. Si deseas que tu plan sea incluido, envíanos un correo electrónico a feministresponse@wedo.org.